miércoles, 12 de noviembre de 2014

Contaminación Rio Pance


Contaminación en el río Pance Cali


El río Pance es uno de los principales ríos de Cali (Colombia). Nace en los Farallones de Cali, en el Pico Pance, que es la mayor altura de la Cordillera Occidental a más de 4000 msnm. Tiene más de 25 km de recorrido en dirección Oeste-Este desembocando en el río Jamundí —a su vez, afluente del río Cauca— drenando una cuenca hidrográfica de 89,75 km2.

El río Pance es uno de los principales destinos turísticos de los habitantes de Cali. Desde el Pueblo Pance hasta zona conocida como la Vorágine hay un buen número de restaurantes y parques recreativos.

El río Pance es uno de los ríos de Cali que, a pesar de que atrae al turismo, se ha convertido en un botadero de plásticos, ropa vieja, escombros y hasta animales muertos.
Son basuras que circulan por la cuenca media y baja del río Pance, por unos 25 de sus 50 kilómetros. Este es el único río que conserva la tradición de los 'paseos de olla', pero que se ha venido contaminando, de cuya turbiedad nadie se percata cuando termina asfixiado al desembocar en el río Jamundí.

Al pasar el río por el llamado Pueblito de Pance, la contaminación inicia su aparición, producto de las basuras arrojadas por los miles de turistas que cada fin de semana van a este lugar a recrearse, y suena paradójico, pues el turismo es la principal fuente de sostenimiento de la mayoría de las 11.021 personas que viven cerca al afluente, son las que están matando el río, precisamente por la falta de cultura ambiental.

La gente va a sus paseos, se baña, almuerza y luego deja tirado por las riberas o incluso en el mismo cauce, toda clase de utensilios desechables, como platos, vasos, botellas de gaseosa, latas de cerveza, empaques de papas, bolsas de plástico. Es más, ni siquiera utilizan las canecas de basura que hay y que en algunos lugares escasean, los comerciantes del lugar también tienen que ver mucho en este impacto, como nos percatamos en la pasada visita. 

Poco antes de llegar al corregimiento de La Vorágine, sobre la quebrada de Los Indios, la contaminación aumenta, pues allí está localizado un matadero ilegal, el cual vierte los desperdicios al río.


Esta quebrada, unos tres kilómetros arriba, forma una espectacular cascada de 103 metros de altura, llamada La Ninfa, la cual es el mayor atractivo del parque El Topacio, que se encuentra hoy cerrado, precisamente por la mano destructiva de los visitantes.


Un poco más abajo, en este mismo sector, se presenta una situación absurda. Pues la muy conocida Chorrera del Indio es privada, ya que allí se le cobra a los turistas por visitar este pasaje natural, el cual debería ser del disfrute de todos.


En el Parque de la Salud, ya en la parte metropolitana y donde su cauce pierde la pendiente del terreno, la contaminación continúa por las basuras de los turistas. La cual se aumenta en el sector de La Viga, cerca al Club Comfandi, donde la gente incluso utiliza el río para lavar bicicletas, motos y carros.



Sobre el estado del Pance, el director de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (Cvc), Óscar Libardo Campo, dijo que es uno de los siete de Cali que debe ser intervenido, y que la autoridad local debe controlar los asentamientos y las descargas de aguas residuales.




Campo señaló que tras tomar una muestra de agua este año, la misma indicó una posible presencia de mercurio que está siendo evaluada. Sin embargo, advirtió que el Pance no está contaminado con ese metal.



Según la Alcaldía, el río es el que abastece 21 acueductos de 7.500 habitantes. Además, es utilizado por balnearios que se han formado a poca distancia de su orilla sin respetar los 30 metros de protección a cada lado.


Así mismo, el río pasa por cuatro centros de recreación a donde cada fin de semana llegan miles de bañistas, entre ellos, el del Ecoparque Río Pance, en unos 8 kilómetros. La Personería recalca que en la parte baja, colegios y universidades toman sus aguas. A su vez, la Administración ha detectado más de 2.000 espacios por la ribera donde se levantan tiendas para acampar, mientras hay cabañas de turismo ecológico.



Pance y la comuna 22 suman más de 11.000 habitantes y concentran más de 4.100 predios, 1.200 locales, 4 universidades, una decena de colegios. El Ecoparque y los otros 3 centros recreativos, toda una fuerza que podría salvarlo.



Así, con una mediana contaminación, producto de un turismo descorazonado, llega el río Pance a su desembocadura en el río Jamundí, luego de recorrer 27,82 kilómetros. Y entre bosques y bruscas edificaciones cerca a sus aguas, este río sigue siendo la única alternativa natural de recreo de todos los caleños.





A continuación una columna tomada de El Tiempo.com:




"Al rio Pance se lo toman todo. Sus aguas, fuente de turismo en Cali, llegan a la desembocadura sin que nadie se percate de su agonía y contaminación.

El río Pance, ese que atrae a miles de bañistas para darse un chapuzón, es el mismo que termina con aguas reducidas y turbias cerca de una autopista. Nadie ve ese final porque debería entrar a una propiedad privada en medio de espesos matorrales. Desfalleciente, tras sus 25 kilómetros desde su nacimiento en Farallones, a 4.200 metros sobre el nivel del mar, se une con el oscuro y contaminado río Jamundí.

En su nacimiento, entre los empinados picos de la reserva natural, el río, con el mismo nombre del corregimiento que atraviesa, sale desbocado con 2,1 metros cúbicos por segundo para chocar con la zona urbana de Cali y bajar a 0,8 metros cúbicos por segundo, según el área de Laboratorio Ambiental del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma).

En sus riberas no se respetan los 30 metros en cada margen, advierten expertos de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (Cvc). Entre Pance y la zona de La Vorágine hay por lo menos 30 edificaciones que se han levantado, algunas sobre el mismo río, como lo indica la Personería.

El Pance es el mismo que abastece 21 acueductos de 7.500 habitantes, pero del que se surten, según la Alcaldía, otros 50.000 moradores indirectamente y el que es utilizado por balnearios a pocos metros de su orilla. Hay hasta improvisados lavaderos de carros.

El río pasa por cuatro centros de recreación a donde cada fin de semana llegan de 30.000 a unos 60.000 bañistas, entre ellos, el Ecoparque Río Pance o Parque de la Salud, a lo largo de unos ocho kilómetros.

En la parte baja, colegios y universidades toman sus aguas, como lo señala la misma Personería. El panorama se complementa con quienes pernoctan en más de 2.000 espacios a lo largo de la ribera, mientras hay cabañas que ofrecen turismo ecológico.


Los fines de semana, al río Pance llegan cientos de personas para bañarse y compartir el paseo de olla. Juan Bautista Díaz / EL TIEMPO


Pero el río Pance, el del plan del sancocho de gallina en fogón de leña, pese a las recomendaciones de no hacerlo sobre su margen de protección, también recibe aguas residuales. Una planta de tratamiento de La Vorágine reduce el impacto, aunque el pasado 18 de julio un daño en la geomembrana afectó el caudal. Según Dídier Upegui, director de la Regional Suroccidente de la Cvc, la situación se corrigió a tiempo.

El personero Andrés Santamaría insiste en la voz de alerta del año pasado porque la agricultura y la ganadería en corregimiento Pance están deteriorando los suelos.

En la entrada al perímetro urbano, el Pance reporta aceites, grasas, fosfatos y turbiedad.

La directora del Dagma, autoridad ambiental de la zona urbana, Martha Cecilia Landazábal, ha sostenido que la recuperación de las cuencas es uno de los proyectos de esta Administración. El año pasado se sembraron 500 plántulas de guadua, a la altura del parque El Embudo.

"Al Pance lo veo muy seco en parte alta", dice la estudiante de filosofía Patricia Amaya, una de las visitantes, al señalar un río de piedras.

"El problema es que cuando vienen los turistas dejan basuras. No las arrojan en un depósito", señala Mauricio Patiño, morador de la vereda El Pato, donde las aguas, por estar en los Farallones, aún conservan su estado cristalino. "Falta que las autoridades hagan verdadera presencia, pues ni siquiera hay letreros para que la gente tome conciencia de no botar basura", anota quien se dedica a hacer esculturas, aprovechando la tranquilidad del bosque.

"Venimos del oriente de Cali a una zona más arriba de La Vorágine, a donde casi no hay visitantes. Nosotros sí recogemos la basura", dice Patricia Villareal, acompañada por sus cuatro hijos con edades entre 10 y 20 años.

"Pero al Pance lo que lo aqueja, además de que el turismo debe ser más controlado, es la deforestación", interpela Misael Reyes, campesino de 72 años que habita en El Pato."

Para terminar so lo queda decir que para ayudar al rio Pance, y no solo a este rio sino al planeta, solo hace falta tener un poco de conciencia y civismo pensando en el futuro de la Tierra, con cada papel que botemos en la basurera, cada botella que reciclemos, cada bolsa que reutilicemos, estamos aportando nuestro grano de arena y eso la Tierra nos lo agradecera.














































































































































































1 comentario:

  1. https://gacetafrontal.com/biografia-de-anna-lavatelli/
    ¿Quién fue Anna Lavatelli?

    Cuando estamos frente a la interrogante de quién fue Anna Lavatelli, podemos darnos cuenta que ha sido una mujer nacida en Italia y que se ha formado

    ResponderEliminar